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ACTUALIDAD

Últimas novedades

Encuentra toda la actualidad, consejos e ideas relacionada con la Transpyr Coast to Coast.

05-03-2024

Veremos un Tour con bicis eléctricas

La soledad y el aislamiento del lado norte de Irati permite perderse en ensoñaciones ciclistas

Tenía 15 años y trabajaba de ayudante en Ciclos Récord, una tienda de bicicletas que ahora es una farmacia y donde Ángel Saiz era un verdadero artista reparando todo tipo de piezas, rotas, torcidas y de aspecto irrecuperable. Creo que hoy ya no se repara, se cambia. Un día, su escaparate lucía un póster nuevo que mostraba una escena que me dejó perplejo: dos chicos y una chica en plena montaña cruzaban un río montados sobre unas bicis que jamás había visto antes. Y se reían. Estudié la foto bajo todos los ángulos posibles y entré en el comercio preguntando a gritos que demonios era eso del ‘mountain bike’. ¿Realmente era posible montar en plena montaña, lejos del asfalto? Treinta y cinco años después, me veo ante un nuevo escaparate, descubriendo un mundo en constante mutación a rueda de una industria que no deja de reinventarse para que todos encuentren su herramienta deseada. Y para vender, claro. Los ciclistas profesionales de carretera no querían discos de freno. Los llevan todos. No querían cambios electrónicos. No escapa ni uno. Tampoco sé si querían que sus maillots, coulottes y calcetines creciesen tanto, pero ahora las mangas casi tapan el codo, el coulotte casi toca la rótula y los calcetines, ay, los calcetines, son prácticamente medias de montañista. Todo esto ¿para qué? En nombre de la aerodinámica, dicen los entendidos. Todo tiene que ir tan pegado que aquí incluso, en la Transpyr, parecemos butifarras: no sé qué beneficios aerodinámicos podemos obtener cuando empujamos la bici o nos arrastramos por el barro. Eso sí, puedo asumir que el maillot me comprima hasta los pensamientos, pero jamás llevaré esos calcetines infinitos. Son un espanto, por mucho que Antonio Alix (tampoco él los usa) me sugiriese que algunos defienden que estiliza el gemelo.


Así que ahora ya no se usan dos platos sino uno, los piñones de la rueda trasera parecen sacados de una vajilla, las ruedas han crecido, hay bicis rígidas, dobles, de enduro, eléctricas, de gravel, de ciclocross, amén de las de toda la vida. Los más fanáticos tienen dos y hasta tres monturas, cada una para la ocasión pertinente. Y el conjunto es sumamente divertido. Ocurre que existen enormes prejuicios respecto a las bicis eléctricas, y yo era el primer desinformado: esperaba que Orbea me prestase una moto disfrazada de bici, pero al entregarme un modelo bautizado como ‘rise’ me explicaron, en tono tan suave que casi no acerté a entenderles, que no me entregaban una moto sino una bicicleta pensada para ciclistas… que exigía de estos la mejor de las actitudes para darle a los pedales y beneficiarse de la ayuda extra. También me aseguraron que el director de innovación de la firma vasca tuvo que hacer cuatro viajes a Japón para convencer a Shimano de que hiciesen éste tipo de motor. En Japón, al parecer, cuando dicen si puede ser no. No obstante, miré a mi alrededor buscando entre su colección una eléctrica más potente con motor Bosch 8era el que más me sonaba) pero no hubo manera. Así que hoy, durante la segunda etapa, después de dejar descolgados a los líderes de la prueba (los que llevan bicis convencionales o musculares o pulmonares), me han dejado tirado mis compañeros eléctricos después de explicarme muy amablemente que la mía es lo más parecido a una bici muscular en eléctrico y que su pequeño motor no tenía nada que hacer frente a los suyos. Total: me miran un poco mal los musculares cuando les adelanto y soy un paria en el reino de lo eléctrico. En la Transpyr, para no generar agravios ni suspicacias, se nos pide a los eléctricos que tengamos un comportamiento cívico para los musculares: cederles el paso, no atropellarles, no ser arrogantes… pero nadie nos borra la sonrisilla cuando descolgamos a los pobres que pedalean sin más ayuda que sus geles y barritas. Viendo el innegable peso de la industria del sector y después de horas de jugar con el administrador de potencia del motor de mi Orbea Rise para nunca quedarme sin batería, se me ocurre que puede que lleguemos a ver un Tour que prescinda para siempre de los musculares para dar paso a los eléctricos. Podría ser la reinvención del ciclismo, como si fuese la Fórmula 1: una batería extra a administrar esperando en un punto determinado, una potencia a gestionar: no solo habría que pedalear sino saber cómo ahorrar la energía propia y la que regala la bici. A la estrategia ciclista se le uniría la logística, la gestión de las ayudas. Claro, todas las máquinas deberían tener la misma potencia y tendría que haber controles para cazar bicis trucadas, amén del antidopaje clásico, por supuesto. “Ni en broma. No creo que eso llegue nunca”, se ofusca Antonio Alix. Solo la idea le produce arcadas, pero es porque es un purista. Desconoce el tesón de los fabricantes…

Un compañero periodista me dijo ayer que no podía esperarse épica alguna en mis crónicas dado que había cometido el sacrilegio de participar montado en una eléctrica. Podría haberle contestado que en un concierto alguien llamó Judas a Bob Dylan cuando dejó lo acústico para abrazar lo eléctrico, o que ya no estoy para pasar seis o siete horas con la nariz pegada al manillar, sacudido por los calambres y sin fuerzas para ver lugares como los que hemos disfrutado hoy. Como ejemplo, la parte norte de la selva de Irati, uno de los hayedos más espectaculares de toda Europa. Del lado francés, la masa forestal pierde vigor y permite deleitarse con un sinfín de cimas, collados, y valles custodiados por el pico Orhi. Huele ya al centro del Pirineo. Desaparecen las casas, las granjas quedan muy diseminadas, solo las vacas y las ovejas actúan como espectadores desapasionados y uno puede sentir el aislamiento de estos lugares de un verde clorofila. En consecuencia, el regreso a la civilización, a la meta de Oloron, casi escuece por mero contraste.

La bicicleta fue mi mejor regalo de niño. Y muchos consideran que proporciona la mejor manera de viajar puesto que su ritmo permite avanzar a buen ritmo y detenerse a contemplar u observar con serenidad. En algunos países europeos es un medio de locomoción de referencia. Nunca se han vendido tantas bicis en España como en 2020 y 2021, cosas de la pandemia. El mercado ciclista español facturó 2.888 millones de euros en 2021, pero perdió un 6% de sus ingresos en 2022. En 2021 se vendieron en nuestro país 1.571.368 bicis, de las cuales el 38,7% fueron bicis de montaña y el 14,2% eléctricas… pero un informe reciente emitido por la Asociación de marcas y bicicletas de España (AMBE) anuncia un serio retroceso del sector en 2023 y 2024. En 2021 se contaron 23.221trabajadores en el sector de la bici, pero según las estimaciones se podrían perder entre éste y el próximo año 3.380 empleos de la mano del cierre de 400 de las 3.028 tiendas que existen en nuestra geografía. AMBE reclama al estado ayudas directas de al menos 33 millones de euros anuales para la compra de bicis y de 127 millones para alcanzar los 25.000 empleos en el sector. Con esto, medio millón de personas podrían adquirir bicis para sus desplazamientos diarios, algo en línea con los deseos jamás cumplidos de reducir las emisiones de CO₂.

05-03-2024

Un globero en la prueba ciclista más bella

Durante una semana, este periodista se disfraza de ciclista para participar en la Transpyr, recorrer los Pirineos desde el cantábrico hasta el Mediterráneo, y tratar de entender las motivaciones de los cicloturistas

Dicen que con el paso de los años regresamos a nuestros primeros amores. Si he de recordar uno en mi adolescencia, ese sería el amor por la bicicleta. Fue una pasión, una ilusión permanente, inmutable, consciente y absoluta. Sencillamente, entre los 13 y los 22 años, fui todo lo feliz que uno puede ser. Yo no dejé de ser ciclista de competición: el ciclismo me dejó a mí. Que quede claro. Que quede también claro, de paso, que no gané una sola carrera y que era más bien malo. Hizo falta algo de tiempo y mucha fortuna hasta que di con un recambio a su altura. Pero las pasiones son tercas y ahora, cumplidos los 50, he regresado a los pedales… para aterrizar en un mundo en plena mutación, un mundo que apenas reconozco, aunque en esencia sea el mismo. Volver a montar en bici tras años de ninguneo estaba bien, pero necesitaba un aliciente, descartada obviamente la posibilidad de competir. Pregunté aquí y allá y muchos señalaron la Transpyr, una prueba organizada que recorre el Pirineo desde su costa cantábrica hasta la mediterránea. De Saint Jean de Luz a Roses, como un viaje fabuloso y como una de las pruebas mejor organizadas y planteadas que existe. Según National Geographic, es una de las 10 mejores pruebas de estas características que existe. También me dijeron que era una de las más duras. De hecho, los organizadores no la califican como ‘prueba’ sino como ‘misión’, justo lo que yo precisaba, por mucho que el término tenga connotaciones un tanto religiosas. Cuando llamé a uno de los organizadores, Oriol Sallent, y le propuse que me invitase para escribir un diario, me preguntó si andaba a menudo en bici. Le conté mi pasado ciclista, 30 años atrás, y se hizo al otro lado de la línea uno de esos silencios que llamamos embarazosos. Muy elegantemente, Oriol, me sugirió la posibilidad de participar en la modalidad de bici eléctrica. Sentí su idea como una bofetada enguantada a mi ego, pero rápidamente pensé que hace falta ser muy estúpido para que el ego dicte algo en la vida de un cincuentón, así que acepté de inmediato su oferta. De prestarme la bici se encargaría Orbea y de vestirme, Deporvillage, otro de los patrocinadores de la prueba. Porque si algo he comprobado a mi regreso al mundo de las dos ruedas es que uno no puede salir a rodar de cualquier manera. Es decir, las bicicletas han de ser buenas o muy buenas, el vestuario digno de los corredores profesionales y los complementos de altura. Las apariencias importan, y mucho. Miré mi vieja bicicleta, mis zapatillas compradas hace 15 años, los maillots flojos, el casco de época y pedí ayuda: no podía ir con pintas de globero además de con bici eléctrica, segundo sacrilegio. De no ser por la bici con asistencia que le delata a uno, nadie hubiese podido pensar hoy en la salida en San Juan de Luz, que soy un auténtico globero, término que resulta increíblemente difícil de definir. Para ajustar el significado del término, recurro a Antonio Alix, ex triatleta, siempre ciclista y comentarista pluridisciplinar de Eurosport. De entrada, Antonio avisa: es imposible definir el término, que es casi tan viejo como el ciclismo. En mi época de corredor, los globeros eran los que no competían. Evenepoel, Pogacar, Van Aert, Van der Poel… no son globeros, como no lo son el resto de profesionales, élite, sub 23, etc. “Pero es que a uno se le puede llamar globero por muchos motivos: porque va de punta en blanco y con bici de 12.000 euros y no anda ni para atrás. O porque anda como un avión y va con harapos y las pierna sin depilar”, aclara Alix. El colmo, según esta escala de valores, es andar menos que un bote a patadas e ir con aspecto desaliñado.

El hábito no hace al monje, pero entre pedalear con una bici eléctrica y llevar un coulotte bien acolchado (algunos cuestan más de 200 euros) o montar sobre un hierro y colocar las posaderas sobre una badana de cuero, hay un abanico enorme en la escala del sufrimiento. En mi época, dicho sea de paso, no se decía ‘sufrir’ sino ‘pasar miseria’.

La Transpyr arrancaba hoy desde una de las localidades más deseadas del País Vasco francés: San Juan de Luz, donde Jean de Rivière, técnico en el departamento de turismo de los Pirineos Atlánticos, se muestra entusiasmado con la presencia de la Transpyr: “Es un evento que conecta perfectamente con el momento de cambio profundo que vivimos en lo referente al turismo. Hasta ahora, nuestras playas eran el principal reclamo, pero ahora hemos visto que debemos diversificar para tener el turismo que realmente nos interesa y para no acabar, por ejemplo, siendo como Venecia. Ahora miramos hacia el interior, hacia las montañas, hacia el escenario donde vivieron y aún viven nuestros pastores”, argumenta. Desde las playas de san Juan de Luz y alrededores, solo se ven montañas amables, verdes, redondeadas, un escenario que el turismo local (a ambos lados de la frontera) no ha sabido explotar. Hay vida más allá de las ciudades faro, los pintxos y el cantábrico, reivindican ahora los técnicos de turismo asustados ante la idea de convertir su pequeño paraíso en un infierno de consumismo sin sentido.

La Transpyr son siete etapas de montaña, cerca de 800 kilómetros dando tumbos arriba y abajo, 19.000 metros positivos de desnivel y muchas horas para rodar en compañía o en la más absoluta de las soledades. No es una carrera, aunque para los amantes de los ránkings existen tramos cronometrados. La mayoría de los participantes con los que uno se ha cruzado circulan más preocupados por acabar enteros que por jugar a las carreras y, todos, destacan la postal de ésta primera etapa que ha concluido en Saint Jean Pied de Port: sería preciso ser poeta para describir acertadamente tanta serenidad y belleza. Aquí, uno puede pasar media día perdido entre valles retorcidos y colinas amontonadas y acabar el día cenando en la parte vieja, junto a la ciudadela, de un enclave de cuento a los pies de Roncesvalles.

La organización de la Transpyr te hace sentir como si fueses un corredor del Tour: te llevan baterías de recambio a los puntos de avituallamiento, recogen y dejan tus enseres en los hoteles, tienen masajistas, mecánicos, servicio de limpieza para las bicis, furgonetas para los traslados, servicios que atienden tanto a los que viajan en bici de montaña como a los que lo hacen por carretera hasta sumar más de 250 inscritos. “El perfil de nuestros participantes es una persona de entre 35 y 50 años, ciclista, que tiene experiencia en otras pruebas similares, con profesiones liberales y un nivel económico y sociocultural medio o alto. Tenemos desde directores generales o altos cargos hasta profesores… El 40 % son extranjeros de todo el planeta y el resto principalmente catalanes, vascos, madrileños, valencianos…”, explica Oriol Sallent. Mi primer compañero de habitación (como en el Tour) es chileno y repite experiencia. Asegura no conocer ninguna otra prueba más bella y mejor organizada. ¿Su motivación? Aplicar a la bicicleta lo que aplica a su trabajo: ponerse un objetivo y alcanzarlo, sin llegar el primero, pero siempre llegando. ¿Mi motivación? Una mañana de invierno, mientras circulábamos por las carreteras de Gipuzkoa hacia la salida de una carrera de juveniles, nos cruzamos con un pelotón de globeros que parecían ir al límite de sus posibilidades. Mi entrenador los miró pasar y concluyó: “ahí van los frustrados”. Nadie dijo nada, pero jamás he olvidado su apreciación. Así que mi motivación será disfrutar sin fijarme en lo que hace el resto, como un legendario ciclista amateur que, yendo escapado con varios minutos escalando el Tourmalet en una de las pruebas más prestigiosas del calendario, se paró en una curva a admirar el paisaje. Cuando su director, histérico, le abroncó desde el coche exigiendo razones, le contestó: “Tengo que ver bien todo esto, por si no regreso nunca”.

05-03-2024

Transpyr Coast to Coast se estrena con una etapa de dureza vasca

La primera etapa de Transpyr Coast to Coast ha salido hoy desde Saint Jean de Luz en dirección de Saint Jean Pied de Port.

A primera hora de la mañana, los participantes en la 13a edición habían ya rellenado parcialmente la “Botellita Dos Mares” con agua del Cantábrico, esperando completarla en Roses con agua del Mediterráneo.

Se ha tratado de una etapa muy típica del país vasco francés, con muchas partes fuera del bosque y bastante aéreas lo que permitía disfrutar del paisaje, con una combinación de caminitos asfaltados, pistas forestales y sendas exigentes que permitían ganar mucho desnivel en poca distancia, pero al mismo tiempo dejaba a los ciclistas sin sombra en las duras subidas. Transpyr Coast to Coast empezaba pues a mostrar los dientes.

De hecho, la etapa se presentaba asequible con un kilometraje por debajo de los 100 kilómetros, pero las fuertes pendientes del País Vasco francés han hecho mella en los centenares de ciclistas llegados de todo el mundo.

Precisamente en uno de los sectores con más desnivel, se encontraba el tramo cronometrado que ha permitido tener ya a los primeros ganadores en las diferentes modalidades, con líderes de Suecia, Italia, España y Francia.

Transpyr Backroads empezaba también con carácter: 143 kms y 2993 metros de desnivel positivo también ha sorprendido por la gran dureza de sus pendientes con repechos muy duros y bajadas exigentes. Un recorrido 100% Backroads con carreteras estrechas, bien asfaltadas, solitarias y de paisaje extraordinarios.

En St Étienne de Baigorri empezaba el Challenge Octave del día, el col d’Arnosteguy. 9 kilómetros cronometrados con rampas constantes entre el 6 y el 9% de desnivel. El primer maillot de líder, para Daniel Sanz en los hombres y para las mujeres Bjork Kristjansdottir De Islandia.

Mañana segunda etapa de Transpyr Coast to Coast con entrada en los Pirineos Bearneses y llegada a Oloron-Sainte-Marie. Una etapa más larga y sobre todo con mayor desnivel, 2800 metros para el mountain bike y 90 kilómetros de distancia y 3177 metros de desnivel para Backroads.

05-03-2024

¿Qué debo saber para la Deporvillage Transpyr C2C 2023?

Se acerca la gran fecha y las dudas sobre que debemos llevar, que necesitamos hacer, y muchas otras preguntas se nos vienen a la cabeza. Con este post queremos ayudarte a resolver todas esas dudas.

¿Cómo hago para entregar mi certificado médico?

A través del siguiente link puedes acceder a descargar el certificado médico (https://registro.transpyr.com/descargas/). El documento debe ser rellenado por un médico doctorado y enviado en formato PDF, JPG o JPEG al correo registro@transpyr.com antes del 5 de junio. No es necesario entregar dicho documento en papel en la Transpyr, y tampoco se admiten otros certificados que no sea el propio de Transpyr Coast to Coast.

¿Cómo accedo a toda la información?

En este link iremos publicando toda la información que los participantes deben conocer para participar en la Transpyr https://registro.transpyr.com/descargas/

No encuentro el track/mapa de las etapas…

El track será enviado a los participantes 7-10 días antes del inicio del evento. Es importante consultar el correo de vez en cuando para estar al corriente de las últimas novedades

No puedo acceder a mi Área participante/no me funciona el link para restablecer la contraseña

Envía un mail a registro@transpyr.com y te lo solucionamos en un momento. Es normal que suceda si nunca has activado la cuenta o si hace meses que no accedes a tu perfil.

¿Cuántos avituallamientos hay en cada etapa? ¿Qué alimentos puedo encontrar?

Depende de la distancia total de la etapa y de la modalidad. Cada día hay mínimo dos avituallamientos durante la etapa, más otro a la llegada. En la web de Descargas se publicará un documento con los alimentos en detalle para consultar si se necesita

¿Qué sucede con mi maleta personal una vez he traspasado todo mi material a la bolsa Transpyr oficial?

Para todos aquellos que no hayan contratado el servicio de Maleta a casa y deban traer su propio equipaje, trasladaremos su maleta personal vacía a Roses al finalizar las acreditaciones, para que una vez acabada la Transpyr se encuentre con ella en la llegada. Si un participante abandona a mitad de la Transpyr, debe encargarse de recoger su maleta en Roses personalmente.

05-03-2024

It was an unforgettable end to the Deporvillage Transpyr Coast to Coast, as the riders finally reached the Mediterranean sea

05-03-2024

Final inolvidable de la Deporvillage Transpyr Coast to Coast al llegar, finalmente al Mediterráneo

05-03-2024

STAGE 6 Transpyr Coast to Coast

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